Viajar es una pasión que solo la entienden quienes la comparten. Es un placer que empieza en cualquier momento de nuestras vidas, cuando un ápice de luz alumbra nuestras mentes y despierta este sentimiento. Comienza en un bar, en un parque o en una oficina, cuando al viajero se le enciende la necesidad del viaje. Es entonces cuando busca destinos, vuelos, precios y, sobre todo, felicidad y comodidad.
Un viaje continúa eligiendo acompañante. Porque a veces el lugar no es tan importante como la persona con la que se hace el trayecto y se comparten los momentos. Pero es aún mejor cuando la compañía y el destino son perfectos. ¿Una estancia en Madrid con paseos al atardecer por los Jardines del Retiro? ¿Unos días en Sevilla con el olor a azahar y una cena romántica junto a la Giralda? Claro que sí.
Viajar es eso. Es conocer, degustar, oler, pasear, visitar y disfrutar. ¿Qué dices? ¿Qué cuál es el mejor momento para hacerlo? Ningún momento es el mejor. Todos son los idóneos para comprar unos billetes y escaparse. Porque eso que no estás haciendo ahora, será de lo que te arrepentirás el resto de tu vida.
Y te decimos que cualquier día es perfecto para viajar porque ya sea en Madrid o en Sevilla, sus gastronomías seguirán siendo suyas. Y sus monumentos seguirán ahí esperando tu estancia todos los días del año.
Y, si te estás preguntado cuándo acaba un viaje, te decimos que un viaje no acaba nunca. Porque los recuerdos de cada uno de ellos son inolvidables. Y, si no te lo crees, guarda el móvil y no hagas fotos. En tu mente estarán grabados esos momentos el resto de tu vida. Sobre todo, si eliges Home at Homes.