Viajar es imaginar, es crear, es inventar, es soñar… ¡Es vivir! Viajar te araña el alma. Es un soplo de aire fresco que nos rejuvenece y nos cambia por dentro. Nadie vuelve igual después de un viaje. Normalmente solemos viajar por trabajo, para visitar a nuestros seres queridos, para conocer nuevos rincones o por simple placer. Pero también, ahora por estas fechas, se da otro tipo de viaje muy especial: el viajar en Navidad.
¿Cómo medirías la felicidad que te reporta, por ejemplo, un viaje en familia a Sevilla para pasar la Nochebuena junto a la Giralda? ¿O cómo crees que se podría cuantificar el placer de ver en directo las campanadas con los tuyos en la Puerta del Sol? A veces, no damos con las palabras exactas a la hora de expresar lo que sentimos en los buenos momentos. Hay que vivirlo simplemente…
Lo que sí está claro es que cuando viajas en estas fechas navideñas no solo buscas visitar monumentos, aprender de la gastronomía y empaparte de la cultura. Siempre pides más. Buscas `ese algo´ que hace diferente un viaje de otro. Buscas exclusividad, comodidad, confort, elegancia y personalidad. Características a las que no deberíamos renunciar cuando partimos con una maleta.
¿Acaso crees imposible pasear y disfrutar del alumbrado navideño y de los belenes y llegar a tu apartamento y darte un baño de agua caliente que te haga sentirte como en casa? ¿No ves compatible visitar un buen museo y cenar con tu pareja en el salón del apartamento y sentirte como en el tuyo? Eso es precisamente la magia de Home at Homes.
Porque todos alguna vez hemos soñado con vivir una Navidad diferente, con encanto y que podamos recordarla toda la vida. Quizás este sea el año para disfrutar de una home en Sevilla, Barcelona, Madrid o algún rincón escondido desde donde volver a sentirnos como niños…